El invierno 71-72 lo
pasamos en Orvieto (Umbria), en una casa de mi familia donde nos
encerramos para preparar el Álbum que se llamaría
Reale Accademia Di Musica. Yo tenía algunas
músicas y empezamos a trabajar con ellas… luego también
Federico inició a escribir y de allí salieron Il
Mattino y Lavoro in città. Las otras 4 canciones
del Álbum son mías. Hablo de la música …
las letras las escribió Enzo De Luca, que
además de ser un gran amigo, era un gran artista.
Pero las relaciones interpersonales, a medida que
la música crecía, se complicaban…. Decidí
irme. Apenas terminado el disco, hubo una reunión en Ricordi
con el director general, el director artístico y Maurizio
Vandelli, nuestro productor. Estaban todos contentos por
el trabajo que acabábamos de realizar, pero yo levanté
la mano y dije: "yo me voy". Recuerdo que Vandelli dio
literalmente un salto de la silla…. Un mes después
partí para la India donde permanecí casi 10 años,
aunque de vez en cuando regresaba "a casa".
El disco es una obra heterogénea: un cuento
("Favola"), el triste adiós a la infancia ("Il
Mattino"), el don de la vida y del amor ("Ognuno sa"),
una invocación al padre ("Padre"), la enajenación
provocada por la tecnología y los ritmos de trabajo frenéticos
("Lavoro in città"), la alucinación ("Vertigine").
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